La dependencia tecnológica de los niños en Chile y el mundo es un problema alarmante. Viniendo de Costa Rica, país rico en naturaleza, nos preocupa el aislamiento y sedentarismo infantil. Al trabajar los padres, con largos tiempos de traslado, en una ciudad grande y competitiva, los niños no salen de sus hogares lo suficiente y no tienen contacto con la naturaleza. Las áreas de juegos infantiles son tomadas como una oportunidad, ya que estas están en edificios, condominios, plazas, jardines infantiles, escuelas y los niños si tienen la posibilidad de frecuentarlas. Los juegos que se encuentran en esta áreas están pre-establecidos, usan materiales que no aportan a la experiencia multi-sensorial que requieren los niños, como el plástico y el metal, y no se prestan para que desarrollen su imaginación y creatividad. Desde el ámbito del diseño se quiere crear una experiencia de juego libre con naturaleza para niños que viven encerrados en las ciudades.